A continuación, veremos una serie de consejos que debemos tener en cuenta al utilizar nuestros ralladores para garantizar su correcto funcionamiento, mantener su aspecto y prolongar su vida útil tras un uso prolongado.
Precauciones y seguridad
Manipule el rallador con cuidado para evitar cortes accidentales al usarlo o limpiarlo.
No permita que los niños lo utilicen sin la supervisión de un adulto.
Inspeccione regularmente las cuchillas para asegurarse de que estén en buen estado y no tengan bordes dañados.
Primer uso
Lave el rallador con agua caliente y jabón para eliminar cualquier residuo de fabricación.
Seque completamente el rallador para evitar la oxidación, especialmente si es de acero inoxidable.
Instrucciones de uso
Utilice el rallador sobre una superficie estable para evitar deslizamientos durante su uso.
Ralle los alimentos con movimientos uniformes y evite ejercer una presión excesiva que pueda causar lesiones o dañar el utensilio.
Mantenga los dedos alejados de las cuchillas; para los últimos trozos de alimento, considere usar un protector o soporte adecuado.
Limpieza y mantenimiento
Lave el rallador inmediatamente después de su uso para evitar que los residuos de alimentos se sequen y sean difíciles de eliminar.
Utilice un cepillo de cerdas suaves para limpiar las cuchillas sin riesgo de cortarse.
Guarde el rallador en un lugar seguro, fuera del alcance de los niños, y preferiblemente con una cubierta protectora para evitar cortes accidentales al manipularlo.
Seque completamente el rallador después de lavarlo para prevenir la oxidación.
En caso de que su duda/problema persista póngase en contacto: